Pinto a partir de la observación.
De los gestos mínimos, de los cuerpos en tránsito, de aquello que sucede
sin anunciarse.
Me interesa ese momento en que algo cotidiano se detiene lo suficiente como para ser visto: una postura, una luz, un objeto sencillo que adquiere peso y presencia.
Mi pintura no busca narrar historias ni explicar escenas.
Busca permanecer.
Dar forma a la pausa, a la quietud, a ese instante breve en el que el
cuerpo, la emoción y el entorno coinciden.